En esta tercera temporada, seguimos viendo a Retsuko teniendo el mismo trabajo como siempre de oficinista en una gran compañía. El problema es que casi está en números rojos y ¿por qué?, porque se ha comprado un videojuego en el que tiene un novio virtual y el dinero se lo gasta para comprarle regalitos. Ella es consciente de ello, pero aun así sigue jugando. Un día, al hacer unos recados, golpea con su coche a otro al tratar de salir del parking de un supermercado. Para pagar la deuda del seguro, que asciende a una cantidad altísima, el dueño del otro coche le propone que trabaje para él. Ella acepta, pero lo que no sabe es que ese trabajo es ser la contable de un grupo de música idol. ¿Será capaz Retsuko de compaginar los dos trabajos y poder pagar la deuda?